Hoy, ba, hace un rato, mientras señora madre me traía a casa, antes de pasar por el puente de Carrasco (inspirador como pocos(?), pasamos por una calle donde siempre hay skaters, sea la hora que sea, los hijos del rigor siempre están ahí. Y me puse a pensar en que, EN ESTE AÑO, no tengo un puto hobbie o, al menos, no uno al aire libre. O sea, amo el tennis y hacer gimnasia, pero ese amor desmedido que le tengo a los deportes es inversamente proporcional a la voluntad que le pongo al asunto. Ponele que pago la cuota (qué rostro que tengo. Me la pagan), me divierto una semana y, si no es porque hace mucho calor, es porque hace mucho frío y, si no es porque estoy tapada de estudio, es porque estoy de vacaciones y me la quiero rascar como es debido. Conclusión: De 30 días, voy 7 (con un poco de suerte). Y lo mismo con el tennis.


De mis amigas, una hace gimnasia artística, o sea... No, gracias. La otra hace danza húngara(!!!). Otra hace artesanías. Las bolas. Con la poca paciencia que tengo, las mostacillas volarían por los aires en cuestión de minutos. La otra estudia, hasta en verano; no sé qué, pero estudia (o eso nos hace creer). Y así, sucesivamente...


Mis hobbies, hoy por hoy, son estar en Internet, la televisión, cuando el primer vicio se cae o me aburrí de matar el tiempo con las mismas personas/páginas. Sacar fotos, pero me niego rotúndamente hasta no tener una cámara nueva, porque pienso que, si sigo sacando fotos con esta cámara, pronto mataré a este otro hobbie de la manera mas ruin. Editar, pero... No sé. No hay ganas... Y no hay fotos (dignas). Dibujo cuando estoy muy al pedo, pero nunca pinto porque me aburre, aparte pinto mal y cago todo el dibujo. Amo viajar, pero no soy heredera de Onassis. Y salir. Salir a bailar o a donde quieras llevarme. Pero, claro, digo que mi hobbie es salir y ya me miran raro.


Soy una triste.

Creo que me voy a poner a hacer origamis sentada abajo de un sauce.
Qué linda imágen(?).