
"Leí algo por ahí que me identificó tanto que tenía ganas de copiarlo, pero ya no hago eso... Me hizo recordar, pero con felicidad, y es algo que se me complica bastante, pero hoy pude hacer. Recordar qué? Recordar lo que hacía ese día, dónde estaba, lo que hicieron por mí las demás personas, pese a sentir esa perdida tanto como yo capáz, pero siempre está la persona que más exterioriza los sentimientos y es contenida por el resto de la gente, y ésa, sin duda, fui yo.
Como dice el texto que leí, "una fecha es mucho más que una fecha... Envuelve un hecho, una discusión, un aniversario, un nacimiento, una muerte... Una fecha puede cambiarte la vida". Ese 22 de marzo no solo me lloré la vida como nunca antes (ni nunca después) y, si bien, ya había vivido momentos similares, particularmente ése me cambió la vida; marcó un antes y un después, sin duda, porque, cuando se fue, se llevó ALGO de mí que supe que jamás iba a recuperar, desde el primer minuto donde sentí su falta de verdad.
Él se llevó 8 años de amistad y, sobre todo, 8 años de inocencia, donde una amistad se daba porque sí, y no por un interés o con fecha de vencimiento; ERA PARA SIEMPRE. No existieron peleas que duraran más de 1 minuto. Esa complicidad que se notaba en la mirada... Ese AMOR que sentí por él enseguida, junto con esas ganas de, practicamente, adoptarlo, porque cuando lo conocí tan chiquito me dio ganas de cuidarlo toda la vida. Y así fue mientras duró. TODO éso no lo tengo, no lo voy a encontrar en NADIE más, ni pretendo buscar lo imposible.
Por mi parte, ya había entendido que la gente que quiero también se muere, pero ese 22 de marzo, entendí algo que no me había tocado vivir, y es que esas personas que AMO, que NECESITO para vivir, también. Y que la vida sigue; no espera a que te levantes.
Hace 2 años que me caigo y me levanto constantemente. Me caigo cada 22, sin excepciones. Me levanto cuando me pasa algo lindo y miro al cielo porque me nace. Me caigo cuando me hablan de él y me hacen recordar. Me levanto cuando me acuerdo de esas pavadas que se llevan en el alma. En sí, por lo general, me levanto. En mi naturaleza está mirar para arriba, poco me gusta mirar para atrás, pero a veces es tan necesario...
Me golpea saber que hace 2 años que no sé nada de él más que lo que creo, o quiero creer, pero me hace ENORMEMENTE FELIZ sentir que está, dentro de mí, más vivo que en cualquier otro lugar".-


